2º Parte de la entrevista a Cora Alicia Leivinson
La disciplina. La profesión. La interacción
En el prólogo de su libro “Resonando”, Gustavo Rodríguez Espada comenta de su defensa férrea del ejercicio autónomo de la Musicoterapia. ¿Podría ampliarnos esta afirmación?. ¿Puede llevar esto a algún tipo de confusión acerca de la profesión?
No creo que lleve a confusión hablar de autonomía, en el Capítulo III “Escuchar al otro” digo “la Musicoterapia es una disciplina autónoma englobada en las Ciencias de la Salud que, a través del sonido- silencio- movimiento, en un ámbito relacional entre paciente y terapeuta, favorece canales de comunicación consigo mismo y con el entorno brindando un medio de expresión apto para la resolución de problemáticas profundas…”.
Cuando digo autónoma, utilizo el concepto etimológico de la palabra autonomía
(del gr.) autos, propio y nomos, ley. Es decir, que la Musicoterapia es capaz de establecer como disciplina internacional sus propias leyes y normativas respecto al trabajo de los musicoterapeutas. Esto se da en algunos países donde existe como formación académica. Los profesionales musicoterapeutas pueden trabajar en equipos de salud sin depender de otras disciplinas, sino interactuando con otras profesiones.
Podríamos decir que la Musicoterapia tiene su propio objeto de deseo respecto de otras ciencias de la salud ya que es una disciplina que estudia al hombre y su entorno sonoro, entendiendo como “entorno sonoro” el cúmulo de vibraciones (o la ausencia de ellas) percibido y registrado desde la formación gestacional.
En estos casos ¿cómo considera el trabajo interdisciplinario?, ¿cuáles son las complementariedades y los límites?
Prefiero hablar de equipo, no creo que ningún profesional esté sólo en el mundo. En Argentina es impensable en que no sea una disciplina autónoma, si además estamos peleando por la promulgación de leyes de Ejercicio Profesional (algunas provincias ya la tienen, incluso Entre Ríos con Colegio profesional).
No estoy de acuerdo que la Musicoterapia sea una terapia ni alternativa ni complementaria, brego por formar profesionales musicoterapeutas. Pero también es cierto que no podemos dejar de reconocer que cada país tiene sus propias modalidades de formación y puesta en práctica de sus profesiones y las tenemos que respetar.
También difundo en cursos introductorios acerca de qué es la Musicoterapia y, en esos cursos, la gente que asiste se da cuenta que no es tan fácil colgarse el rótulo de musicoterapeuta y si lo hacía, deja de hacerlo por respecto a la gente que tantos años ha invertido en formarse académicamente.
Trabajo en equipos interdisciplinarios en los que aporto mi visión y mi escucha, pero también necesito de los consejos de un kinesiólogo (fisioterapeuta) o terapeuta ocupacional para colocar en posturas correctas a algunos pacientes, y estos profesionales a veces necesitan que les cuente qué tipo de sonidos o música le favorece a un paciente el movimiento o la voluntad para moverse.
También llegamos a realizar transdisciplina cuando después de un ateneo institucional utilizamos algunas técnicas para favorecer tal o cual situación que no corresponden a la Musicoterapia o viceversa.
Cora Leivinson
Es Licenciada en Musicoterapia. Reside actualmente en Mendoza, Argentina.
Formada en Musicoterapia en Buenos Aires se ha especializado en el abordaje de niños con Trastornos Generalizados del Desarrollo y dificultades neurológicas en general.Ha participado en numerosos Congresos y Jornadas científicas pertinentes a la disciplina musicoterapéutica y sus ámbitos de aplicación.
Ha desarrollado gran parte de su praxis en España en la clínica infantil. En el ámbito geriátrico, en niveles preventivos y el tratamiento de demencias y Enfermedad de Parkinson.También durante la década de estancia en Madrid ha sido colaboradora en diferentes escuelas de formación de musicoterapeutas españoles: Univ. Autónoma de Madrid, Centro Univ. Villanueva, Univ. Pontificia de Salamanca, Univ. Católica de Murcia. Univ. Complutense de Alcalá de Henares y CIM Bilbao; de arteterapeutas, ISPA de Barcelona. Es aún profesora invitada en ISEP Madrid, y Barcelona.
Autora así mismo de numerosos artículos de difusión de la disciplina.